El departamento francés de Maine y Loira cuenta con una gran diversidad de hábitats que albergan multitud de especies de plantas y animales. Las plantas llevan mucho tiempo formando parte de la identidad de la región de Anjou, que es uno de los departamentos franceses donde más abunda la diversidad vegetal.
Fuente: www.wiki-anjou.fr
Chemillé-en-Anjou: un territorio dinámico
En el sur de la región de Anjou, dentro de la «Mauges Communauté» intermunicipal, el municipio de Chemillé-en-Anjou y sus trece municipios delegados conforman un territorio que se mueve al ritmo de la naturaleza y de una economía floreciente. Esta tierra pretende ser fértil y aspira a la apertura. Con sus paisajes boscosos y sus matorrales, está ubicada en el corazón de un dinámico triángulo formado por las ciudades de Angers, Cholet y Nantes.
En esta tierra de transición, línea de unión entre la región de Angers y la de Cholet, la pizarra y la teja se mezclan armoniosamente. Se trata de una variada zona que cuenta con 22.000 habitantes.
Chemillé-en-Anjou y las plantas medicinales
El cultivo de las plantas medicinales surgió en la región de Chemillé hace algo más de 150 años. La presencia de esta floreciente actividad en nuestra región, se la debemos a Aimé-Jean Godillon, un droguero y herborista originario de Saint-Lambert-du-Lattay que se especializó en trabajar con plantas medicinales durante la década de 1840 en París. Cuando la filoxera arrasó el 90% de los viñedos en 1883, una gran cantidad de campesinos empezó a cultivar plantas medicinales y, más en concreto, manzanilla. Acto seguido, la manzanilla se convirtió en el emblema de la región de Chemillé.
Con el paso de los años, los cultivos adquirieron importancia en el templado clima de esta región. Durante el siglo XX, Chemillé se convirtió en la capital de las plantas medicinales en Europa.